Manténte firme en el anhelo indescriptible y sin forma de tu corazón que te guía ciegamente con más luz y visión que cualquier método o teoría.
Manténte firme ante las oleadas de juicio y soberbia que traten de derrumbarte por aquellos que aún no bajaron del trono de la presunción a besar las cálidas, cercanas y pausadas horas de la humildad.
Manténte firme en tu locura de amor, en la soltura de la inconclusión.
Manténte firme en la furia sagrada que te levanta de la cama cuando la pesadez de la impotencia y la desconfianza levanta su abrumador vuelo gris sobre la atmósfera de tu habitación.
Mantente firme en tu dulzura tanto como puedas y no te pierdas en ataques a otros o a la vida,no te dejes solo en el tenebroso y exclusivista juego la comparación.
Mantente firme en el aire fresco que te despierta en este momento y alza su frescura colándose por las rendijas de » lo correcto y lo incorrecto»
Manténte firme en tu descanso y párate si es necesario a degustar el silencio.
Manténte firme mientras tu camino quebranta tu pecho desde adentro y la vida se despliega con todo su esplendor.
Manténte firme en tu amor, manténte firme en tu paz, manténte firme en tu no- paz. Mantente firme mientras caes, de pie o en el suelo, allá donde eres sostenido y la firmeza te mantiene a ti.
Sergio Sanz Navarro