Es cada vez más común leer en facebook post en los que multitud de pesonas llaman a la ayahuasca «madre» o «abuela». Algunos de los que lean este post quizás lo verán como una especie de profanación, sacrilegio o blasfemia de sus creencias como si fueran parte de un movimiento extremista de culto «neopagano», algunos incluso lo verán como si estuviera insultando a su madre o a un familiar suyo.
Espero que puedan abrirse a comprender que lo que escribo no es una falta de respeto sino precisamente una invitación a la dignidad, precisamente es porque respeto a mis compañeros seres humanos que me da pena cuando caemos en entregar todo el poder de nuestras decisiones, comprensiones y experiencias a una supuesta voz materna escondida en una infusión de plantas.
Muchas personas dicen que la ayahuasca les habla incluso cuando no están bajo sus efectos, dicen «mamasita me está diciendo en este momento que no quiere que haga esto o que debo hacer esto otro». Lo hacen muchas veces como desde una supuesta muestra de humildad y de veneración ante la «suprema inteligencia de la ayahuasca» y desde una negación y rechazo a cualquier tipo de decisión «humana», de hecho algunos se llaman a sí mismos «vegetalistas» y como sabéis los «ismos» son movimientos que han sido en muchas ocasiones focos de violencia soterrada e imposición. Precisamente se utiliza la excusa de «madre ayahuasca» me lo dijo para decir que se tiene razón y que es incuestionable, cada uno se crea su propia «madre ayahuasca» a medida dentro de si mismo en base a sus proyecciones y habla con ella como una amiga imaginaria de piel arrugada y verdes ojos.
Casi que ni pueden dar un paso si no consultan con este oráculo psicológico o si no toman ayahuasca , se genera una dependencia, una entrega de poder insana a algo externo. Se coloca a la ayahuasca en el centro de la sesión, a veces se pone en el centro al chamán como si fuera el que sana o sus cantos.
La sanación o la liberación es ,visto desde un lado del prisma, un proceso de desvanecimiento de las ilusiones que nos hacian enfermar o sufrir. Es un proceso en el intervienen varios factores que cocrean una situación donde el Amor nos libera, todo ello convocado por el anhelo profundo del ser humano de que eso ocurra, ese deseo profundo que hay en nuestro corazón de liberarnos es el gran catalizador. La ayahuasca solo es uno de esos factores, no tiene voz propia, no puede usurpar el lugar de la Consciencia del Amor ,está al servicio de Ella, a su vez esa Consciencia del Amor no es una Diosa o Dios ni una divinidad separada de nosotros, es Divinidad, sin identidad separada , sino Plenitud en la que habitamos y somos habitados y que está accesible en nosotros desde que nacimos somo un susurro amoroso que nos guía a través de la intuición (no de la falsa intuición que también nos enajena) , es esa plenitud la que nos inunda a veces espontáneamente y en la que nos fundimos plenamente con o sin tomar enteógenos.
Quiero decir con esto que no invito a recuperar el poder que le entregamos a la ayahuasca para dárselo a un programa egoico de conflicto o a un falso poder individualista sino precisamente a permitirnos ir más allá de todo ello, a la fuente del Amor donde nos sentimos a salvo y desde la que surge el discernimiento. Nada te ocurre solo por ti y tampoco sin ti.
Tampoco quiero decir que no sea necesario tomar ayahuasca en algún momento de nuestra vida, para mi por ejemplo mi «primera comunión» fue fumando bufo alvarius precisamente, una comunión con el Todo, que recomiendo a todo ser humano. Yo le recomiendo a todo el mundo que la tomen durante algún momento o etapa de su vida, ya que en el otro extremo están las personas que dicen «no necesito ni quiero nada externo» , no se dan cuenta de semejante ilusión, ¿es el aire que respiran externo? ¿puede florecer un árbol en soledad? ¿Acaso no nacieron de la unión de dos seres humanos? ¿No es acaso la dependencia tan dañina como la supuesta independencia?, ¿ no es lo más saludable asumir que somos interdependientes?
Depurar nuestra relación con la ayahuasca limpiándola de este tipo de creencias limitantes abre camino para que se la ponga en el lugar que le corresponde dentro y fuera de nosotros. La ayahuasca no es el «Gran Poder Superior» como tampoco lo es el alcohol, el prozac, el sapito bufo alvarius o el «abuelo» san pedro o el «abuelo» peyote o la Pachamama.
Puede ser un «falso poder superior» al que entregarnos a una dependencia psicológica y a una adoración religiosa disfrazada de espiritualidad que funciona como religión laica.
Quiero decirte que la ayahuasca no es nada sin ti, ella hace efecto en ti como tu lo haces en ella . Es comprensible que cuando tomamos ayahuasca y conectamos con esa gran comprensión e inteligencia la consideremos algo ajeno a nosotros o externo en vez de algo que vive en nosotros, pues quizás hemos estado mucho tiempo sin estar conectados plenamente a ella y no la reconocemos. De esa manera se vive como un diálogo entre tú y la ayahuasca. Comprender que la ayahuasca potencia momentáneamente algo que ya está en nosotros permite que lo integremos y nos unifiquemos con ello al volver a vincularnos a través de la confianza con ese fondo oceánico amoroso que hay en nosotros donde podemos armonizarnos, descansar y vivir en paz.
A nivel químico la ayahuasca se metaboliza aumentando sustancias que ya están nuestro cuerpo presentes, los inhibidores que contiene inhiben a su vez el inhibidor de Dmt que hay en nuestro cuerpo y los miligramos de Dmt que tiene lo despiertan para que se produzca una colaboración corporal a una decisión que viene del alma. Para mi este paradigma bioquímico es también reduccionista y puede llevarnos tambien a la incapacidad y la indignidad. ¿No será el que el Espíritu despierta como de un sueño por momentos y se representa gráficamente como que estamos tomando una infusión de plantas que lo produce ? ¿La Consciencia crea el cerebro o el cerebro la consciencia? ¿ la ayahuasca creó la Consciencia o la Consciencia a la ayahuasca? ¿la consciencia habita en el ser humano o el ser humano habita en la Consciencia?
Es Consciencia es el Amor , Hogar Pleno donde no hay madres que riñen ni enseñan , ni autoridades rígidas a las que adorar sino pura devoción por amar y ser amado en libertad.
Sergio Sanz Navarro