LLENANDO LA CARENCIA CON PRESENCIA

La carencia, el vacío… se va llenando desde adentro con presencia cuando te paras y abres a sentirlo todo y abrazarlo, puedes pararte en silencio y dejar toda actividad o ajetreo que te sirva como huída y que en el fondo es un abandono y un descuido de ti mismo. Solo decirle » no sé» a todas las especulaciones y elucubraciones del pensamiento y una atención pura a tu sentir abren el espacio para que surja la presencia total que es lo único que puede llenar ese sentimiento de que te falta algo y no sabes que es o crees saberlo.

Ninguna sustancia, persona, método o teoría lo llenará, nada salvo la presencia lo llenará y si lo llena solo lo hará transitoriamente para que tampoco puedas apegarte a ella. Eso no significa que tengas que renunciar o despreciar todo lo que no lo llene, al revés, pasarás a disfrutarlo porque dejarás de exigir a los demás o a lo externo que te satisfaga de las mil y una necesidades en las que se ha dividido la necesidad esencial de volver a unirte a este momento en total entrega para experimentarTe

Así es como poco a poco vamos migrando desde un lugar de miedo desde donde nos relacionamos hacia uno de amor donde compartir lo que vamos descubriendo y recibiendo cuando nos acompañamos incondicionalmente a nosotros mismos.

La soledad es cuando ni si quiera tu estás contigo, cuando te das la espalda y no quieres sentirte. Cuando por fin te decides a sentirte aunque te dé miedo o sientas que es más grande que tú… el amor que hay dentro de ti se desgliega con todo su poder y te sientes acompañado e inundado por algo mucho más grande que aquello que crees ser, entonces ya no te sientes solo y separado de la vida sino que sientes que Todo danza contigo y te acoge. Este estado no es permanente pero el no volver a abandonarte si es una decisión que puedes actualizar y te reafirmar a cada momento hasta que te fascina y enamoras del poder de tu voluntad de amarlo todo, ahí es cuando todos los «paras» se disuelven y lo único que te importa es eso, dejas de ponerle a la vida la condición de entenderla o de que tenga un sentido y exploras esa incondicionalidad porque no quieres volver a apartarte más de aquello que realmente eres perdiéndote en ataques a ti mismo, a otros o a la vida porque solo sufrimos cuando dejamos de amar como el amor ama.

Poco a poco te desentiendes de todo resultado y empiezas a darte cuenta de que amas más amar la carencia que el hecho de que la carencia pueda llegar a desaparecer y es entonces cuando amar se convierte en un fin en si mismo y no en un medio para lograr nada, cuando dejas libre a la vida y a todos expresarse en todo su esplendor y liberándolos te liberas, cuando permites que el sentir borbotee dentro de ti como el mar y no lo aplastas, ni lo clasificas o historificas, es ahí cuando amar basta y dándote al amor lo recibes and you are in home.

Sergio Sanz Navarro

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