DISUELTO EL FRENO DE LA CULPA EL PLACENTERO E INFINITO SONIDO DEL UNIVERSO TOCA LA DULCE FLAUTA DE TU SENTIR

La decisión feroz de dejar de sufrir, la osadía de vivir sin culpa y la soberbia de expresarse sin miedo a hacer daño es una experiencia posible si te la regalas desde la dignidad y es la mejor ofrenda que puedes dar a los demás pues brindarte eso es compartirlo inevitablemente con otros. Así es pues te conviertes en un inmenso regazo donde todo puede venir a descansar a la vera de la fresca sombra de tu amorosa y acogedora presencia que todo lo imbuye con la suavidad del impertérrito sentimiento de que más alla de lo que creas todo está bien.

Esa indescriptible perfección brota de la conexión con la insondable e inexplicable paz de la que todo emana y en la que todo alarmismo se diluye para percibir la vida más allá de lo dicotómico, de lo bueno y lo malo, del fracaso y el éxito y acceder a la deleitante y extática sensorial danza del movimiento de la energía en el océano de la divina y numinosa púrpurazul luz del universo.

Desde la ingravidez de la no-mente a veces uno duda sobre si habrá cerrado el corazón ya que se percibe como egoísmo abandonar el sacrificio y la lealtad de sufrir con los otros, pareciera que te vuelves inhumano y que el amor que sientes es abstracto y superficial.

Cuando te sensibilizas a los programas de la mente que quieren llevarte hacia la autocondena y al frío abobinable de la soledad del autoexilio ya no quieres saber nada mas de ellos, ni si quiera los escuchas, pierdes el interés por ellos y te permites sentirte un falso irresponsable por no comprar su falsa protección.

Literalmente dejas de pensar y especular y te vives así la mayor parte del tiempo cuantativamente hablando si dejamos por un momento de lado que lo más importante siempre es tu decisión presente entre entregarte o lucharte. Vivir en ese estado de silencio mental donde el pensamiento a veces también revolotea pero sin perturbarte no es cosa de iluminados, es más bien algo natural, sencillo y digno de ti que amanece cuando dejas de pedalear en el tiempo y abandonas la interminable y agotadora reparación de tu imagen, cuando dejas de defenderte de lo de «afuera» y de lo «adentro» y permites que el «peligro» te atraviese gozando de las corrientes que te acarician mientras te penetra la vida por todas partes y tu dejas de narrarlo para solo respirarlo y exhalarlo.

Es la divina herencia de nuestro presente, es el borboteo autosatisficiente de nuestro deseo, la loca y viva llama que nos convoca a ebullir las aguas de nuestra pasión,a sentir el fresquito aire de las noches de verano que contonea y arranca las cortinas de nuestras morales y desnuda ante la noche nuestros cuerpos esbeltos erguidos y tersos por el viento del juguetón y delicioso estremecimiento de la existencia.

Es kaligula, la chuleria de la muerte expandiéndose en cada segundo de vida, es lo que se nos escapa cuando dejamos de escondernos y dejamos de temernos y que nos suban los escalofríos de bien abajo hasta tal punto de permitirnos dejarnos llevar tanto que el otro ya no nos conozca y por fin en mitad de la sorpresa nos reconozca.

¡Oh augustas sensaciones de la noche estrellada que tienen por apellidos los puntos suspensivos del infinito y que tejen sus nombres con placer indeleble en el máximo fulgor de su deleble expresión mientras trataramos de sorberlas respirando y saboreando con todo nuestro cuerpo!

Pronto llegarán las profanas tardenoches de lo profano donde la verdad de desvelará como se desvelan los locos rasgandonos las vestiduras de toda postura, pose y complacencia para expreserarnos todos bien putas, bien ardientes, bien ahora en la salvaje e incondenable libertad de la selva ensordecedora de cigarras que adentro llevamos y que estallará cuando de tu boca espeten tus labios la provocadora sinfonia embrujante de la libertad.

Yo ya estoy gritando, aqui me tienes saltando y vibrando, aqui me tienes golpeando los sacos de boxeo de mis adherencias para descuajaringarme en el relajado vientre del ahora, aqui me tienes también firme mirando hacia no sé donde y dejandome aqui tan cerca de ti, aqui me tieneees confundidooo, aqui me tieneees bien seguro como si mi pecho fuera el ancho enloquecedor de dios que se volvió loco de amor y creo este universo donde todo está permitido y donde todo es real en el corazón del sueño del infinito son de nuestra completitud eterna.

Aqui me tieneees que ni yo me entiendo pero me celebro, aqui me tienes harto de tanto complejo, de tanta tonteria,de tanto negocio de aceptacion y rechazo, aqui me tienes mas loco que la versión mas puta de tu madre y dispuesto a cagarme en la versión mas enclenque e indigna de tu puto padre, aqui sin dogmas o con ellos, donde los traumas son cuentos que susurras enanos que no existen y las heridas son solo leves sabores a oxido que nos tragamos mientras nos corremos en la corriente infinita de una eyaculación de vida que nos inunda y nunca se acaba… gracias

Sergio Sanz Navarro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio