En esta gráfica la vergüenza aparece abajo como si fuera algo de baja conciencia o «baja vibración» como suelen decir. Eso hace que, muchas veces, las personas que la sientan se perciban indignas, «poco evolucionadas» o que no estan lo suficiente iluminadas como indica en la gráfica. Iluminar es ofrecer luz, y esa luz es el amor que es lo que ofrecemos al sufrimiento y al miedo, que aparece también en la pirámide abajo ,y comprendo que no hemos de dejar dominarnos por él, pero el sentirlo o experimentarlo es algo que nos acompañará en nuestro camino, no se puede erradicar, como tampoco el deseo, que es una energía preciosa de la que nace la vida.
Establecer esas categorías y escalas es como decir que los blancos son superiores a los negros, es como un elitismo emocional. Eso genera mas división y confusión en las personas, mas automaltrato. Es como un clasismo emocional, un fascismo espiritual sobre uno mismo y sobre otros donde se trata de imponer una supremacía interna como hacían los nazis pero bajo el gran ideal de la iluminación ( una especie raza aria espiritual que trata de autoimponerse desde un fuhrer pseudomaestro interno)
¿Que te parece si resignificamos la vergüenza que aparece abajo como si fuera algo lodoso y la vemos como la hermosa criatura que es?
Se podría decir que la vergüenza es «amor preparándose para salir» , «amor a la espera de encontrar el momento de manifestarse» o «los nervios que uno siente previamente a la cita con el amado, que puede ser uno mismo».
Hay tantas maneras de arrojar luz sobre la delicada vergüenza…es tan tierna la vergüenza… todos los días asoma su cabecita en mi vida y yo la abrazo con cariño, la escucho sin acallarla y sin creerla y la acojo en mi corazón… como a una dulce niña.
Sergio Sanz Navarro